Día 1.
Porque eres diferente y tan parecido a mi.
Jamás quise encontrarte, quiero decir, le huyo por completo a los temas románticos y aunque antes haya mantenido relaciones amorosas eso no disminuye el pavor que siento hacia todo todo lo relacionando a ellas, sin embargo, tuviste que llegar tu y arruinar todo mi trabajo. Antes de tu llegada estaba bastante feliz con mis besos fugaces, salidas, mensajitos ridículos que no llegarían a nada, pero que me divertían, conversaciones interesantes sin otro fin más que entretenerme, y lo más importante: sin compromiso.
Ahora no puesto estar más que inquieta porque ya no siento deseo alguno de hacer nada de eso si no es contigo. Y es tan patético que sienta esto. Tu ni te inmutas, tu ni me sigues la corriente, tu no me miras como yo a ti si.
Pero es que dime, dime ¿qué mierda debo hacer para que lo hagas?
No te encuentro el cabo suelto y mucho menos la trampilla, siempre hablándome que las relaciones son un asco, y sí, concuerdo contigo ¡lo son! pero maldita sea sino quiero una contigo... Joder, me exasperas. Nunca hubiese imaginado lo difícil que sería intentar descifrar a alguien tan taciturno como tú. Y no quiero rendirme, tampoco pienso hacerlo, pero mierda... es difícil.
Y desgraciadamente me encantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario